martes, 25 de septiembre de 2012





                                    
                                       


                                                       LA  MARCHA



 ¡Lo dijo doña Adela! “Esa mujer me le va a traer problemas al hijo mío”.  Es cierto que durante la reunión anterior a la marcha, a ella le dio pa ese muchacho. La mirada decía todo.  No creo que sea odio, no señor, que va, lo que pasa es que él conoció  una muchacha durante la marcha anterior cuyo nombre ahora no recuerdo, ella es media indiecita, una ojúa. Doña Adela sabe, ella no es ninguna pariguaya por ser de la Piragua como creen muchos. Ella sabe lo que hay.

“Él conoció esa  niña en la marcha. La gorda  esa es una decalentá, eso es lo que pasa, y como mujer lo digo, carajo. Pero a él ta bueno que le pase, yo como madre se lo advertí”. ¿Cuántas cosas no pasan en una marcha, doña Adela, más, si hay romo de por medio? De hecho, Lucrecia, “La Maceta”, como le dicen los tigueres en el trabajo, estuvo siempre por él. Desde que estudiaban en la universidad. Pasa que en ese entonces el muchacho estaba en otras condiciones y como a caballo regalao no se le busca dientes, tuvo que tirar pal ante. Pero doña Adela, ¿Cuántas cosas no pasan en una marcha política?